¡Algo para recordar!
Allá vamos Campurrianos! Así, con la
memoria repleta de buenos recuerdos comenzamos a narrar la maravillosa jornada
matinal del domingo 19 de Octubre.
Y es que hoy el día comenzaba con muchas novedades:
tenemos nueva montura en el equipo, la Ktm de carbono del señor Raka con la que
el jinete hoy ha hecho una más que notable ruta, por no decir un nuevo amigo, Fran, otro Lapierre
que con mucho tino, ritmo y buen humor nos ha acompañado hoy por los caminos
complutenses. Caminos que temíamos iban a estar impracticables por el barro acumulado en los últimos días de lluvia
de Octubre.
Y no estábamos muy equivocados, con Baro
liderando las primeras rampas del día por El Viso, comprobamos como el barro nos empezaba a poner la
zancadilla en la mañana. La Ktm tuvo el estreno que se merece, un
talegazo en una pedazo de bajada (de estilo culo retrasado para poder bajar)
hincando la horquilla delantera, cruzándose y aterrizando con tirabuzón incluido, dejando entrever la
juventud de la armonía ente hombre y máquina.
Y así, con la primera torta de la mañana
seguimos con fuerza y alegría por el embarrado Visó, en busca del momento del día, del recuerdo imborrable de
nuestra retina: el salto olímpico de Baro al torrente de barro que yacía en una de las bajadas de nuestra
querida montaña.
Y de yacer algo sabe Baro, el cual retasado
por un problema con su cambio, corría el último a toda mecha recortando el trayecto que le habíamos sacado,
llegando a una zona donde nosotros, desde una vista privilegiada, pudimos ver
como nuestro siempre heroico compañero intentó pasar montado por un
gigantesco charco de agua transformado en una balsa de barro, profunda,
imposible de atacar por cualquier persona normal, incluso para nuestro intrépido Baro.
Y así, medio de risas y medio
preocupados observamos el supremo talegazo con el que se nos quitó hasta el
hipo por la violencia de la torta y por la no recuperación del
accidentado en los primeros minutos después del golpe.
Golpe anímico para nosotros y físico para nuestro
querido compañero, hecho de acero, que ni con esa coraza pudo recuperar la
normalidad y tuvo que abandonar sabiamente para recuperarse de su chapuzón mañanero.
Y con esta mañana, con dos tortas en los
primeros 3 kilómetros, seguimos por la ruta complutense pensando como subsanar la
mala orientación que estaba tomando la jornada.
Jornada que no tuvo nada más que
lamentar, porque con fuerza y sin ningún percance más nos adentramos por las rutas que bien conocemos de Torres,
Valverde de Alcalá, Villalbilla, antenas de Anchuelo, Satorcaz y parque natural.
Y es que el día ha tenido de todo, grandes
subidas, bajadas de infarto, trialeras de subida y bajada, senderos de subida,
senderos de bajada por laderas y entre árboles, llaneos.. por un terreno
que además hoy invitaba a ir muy deprisa por la buena tracción conseguida.
Y nada nos ha podido parar! Ni la horquilla
de Víctor que a primeras de cambio le saltaba el muelle del dial, ni la
inactividad de nuestro Presidente que por momentos ha sufrido de lo lindo, ni
algún susto que Luis sufrió también en otra de las bajadas, ni los mil de acumulado que hoy han
bordado la exigente y preciosa ruta finalizada en el Parque Natural.
Y es que lo que nunca puede faltar es la
guasa que nos caracteriza, hoy hemos sido felices y Campurrianos, descojonándonos del
Red Bull de Víctor, del dopaje de la Viper, de los hierracos, partiéndonos de
cada una de las veces que hemos besado el suelo, de cada vez que a alguno se ha
confundido de trazada, de cada vez que no nos hemos atrevido a bajar alguna
rampa.
Y es que el buen rollo ha durado hasta el
final, jarra de cerveza en una mano, torrezno en la otra, con la familia de un
Baro recuperado en la mesa, y con un espectáculo de bomberos y policías haciendo
una reforma en el barrio de Nueva Alcalá, por lo puedo afirmar nuevamente
sin vacilar que este fin de semana ha tenido algo para recordar.
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