Así empezamos Campurrianos, definiendo con una bonita palabra, lo que fue una
maravillosa jornada de ciclismo, familia y buenos valores humanos.
Y
es que hace unos días me inspiré para darle sentido a la crónica de este
maravilloso día; os cuento, me tocó pringar haciendo un vídeo de la graduación
de los niños que tiene mi pareja en el colegio cuando acaban el ciclo de
infantil; sí, sí, un vídeo con muchas fotos de los 3 años que cumplen en su
promoción hasta primaria, que por supuesto no está bajo la obligación de los
profesores hacer, pero que cada 3 años realizan (realizamos) altruistamente para
celebrar su paso a primaria. Imaginad el trabajo arduo de los profesores que
consiguen sacar de su tiempo, el espacio para inmortalizar los mejores momentos
de "sus niños" para reflejarlos en vídeos y fotografías, que después muestran en
un vídeo de fin de promoción en el auditorio de su pueblo, ante la mirada
atónita de los padres, que comprueban con todo lujo de detalles, como han
crecido en experiencas y valores sus hijos en los 3 años de su educación infantil.
Y es que
de educación, de cimientos personales y de valores va todo esto.
Y es que viendo el
mimo que le ponen los docentes a sus pequeños desde el inicio del aprendizaje y
entendiendo lo importante de la educación en factores que van mucho más allá de
los temarios que imparten cada año, entendí algo muy importante sobre nosotros
mismos. Y lo vi claro en uno de los temas de fondo que pusimos en el vídeo y que
me llamó mucho la atención. Me refiero al tema de Miguel Bosé y Ana Torroja
"Corazones", que si bien es cierto no es uno de los estilos musicales
preferidos, desde la letra enseguida comprendí que guardaba ciertos paralelismos
con nuestra esencia como equipo y con la jornada que íbamos a vivir el sábado 17
de junio.
Y es que la letra dice algo como:
"Hay
corazones que van despacio
locos y ciegos buscando su
espacio
hay corazones y corazones
y cada cual latirá a sus
pasiones
Me llueven mares de corazones
cambiando el rumbo de mis
emociones
un horizonte y un para siempre
mi corazón que con el
tuyo se pierde."
Y es que, ¿qué es nuestro equipo? Si no estamos ni
federados, ¿cuál es nuestro objeto?, ¿nuestra misión?. Yo tengo una opinión, muy
fiera y clara, pero no menos y nunca más que la de cualquiera de los integrantes
Campurrianos. Es decir, si no tenemos un marco definido claro, si cada uno es
libre de opinar lo que quiera sobre lo que entiende del colectivo, si existen
tantos puntos de vista diferentes en relación al ciclismo que practicamos, véase
que si competimos que si no, que si flow que si media, que si cerveza al final
del recorrido o no porque hay que guardar dieta, que si flacas que si dobles de
enduro, que si hay que ir en grupeta que si hay que ir a fuego, etc, etc. ¿qué
nos une?, ¿cuál es el poderoso motivo para que pensando de forma tan diferente nos
haga permanecer en esta agrupación?. Yo, que este año he sufrido un profundo
momento de reflexión que casi me aparta del ciclismo, lo tengo muy claro. Nos
unen nuestros valores como personas, que lejos del ciclismo, es aquel rasgo de
nuestra personalidad que está presente en todos nosotros y eso, sin dudarlo, es
el aceite que ha velado porque nuestra transmisión no se partiera y después de
tantas diferencias, estemos aún unidos como equipo y en muchos de los casos como
amigos y quizás en alguno, familia.
Y es que de eso hay que hablar
hoy, de los valores que un Titán llamado Keko ha vuelto a poner encima de la
mesa asaltando el récord de España de las 12 horas. Este pequeño (de estatura y
peso) ser humano, es capaz de superar con creces las trampas con las que el ego
personal seduce nuestra vida. Me refiero, que en un país donde se grita más
fuerte por un gol que por una injusticia, donde es más importante ser un
influencer (traducción: un tonto con un móvil), que una persona normal, donde
reinan actitudes de dedicar más esfuerzos a parecer ser algo que a serlo
(postureo), aquí donde parece que nos creemos que por tener miles de followers
tenemos miles de amigos, etc, lo complicado es ser algo y no darle importancia.
Keko es un ser colosal, sí, sí, un coloso y no por ser capaz de superar un
récord de España que está al alcance de muuuuuuy pocos, ni por ser un ciclista
semiprofesional, es grande porque toda su lucha, todas sus energías, no las dedica al reconocimiento del ego personal, sí, sí, ese que está tan de moda en el
Strava, las dedica a luchar contra una lacra y un problema del que no podemos
escapar ninguno de nosotros, que seguro y por desgracia nos ha tocado de cerca o
muy cerca, la lucha contra la enfermedad del cáncer. Esa lacra de la sociedad,
que ojalá pronto sea una historia más del pasado de la humanidad.
Y
es ahí, en tan noble evento, en tan imponente propuesta donde no pudimos
faltar.
Y es ahí donde se nota que los valores que todos tenemos
como personas, nos empujaron a vestir como equipo nuestra equipación,
dirigiéndonos a montar y a acompañar a Keko en su asalto a la
gloria.
Y es que no importaron nuestras monturas, hubo Campurrianos
que fueron con la gorda, otros tantos con la flaca; alguno fue sin bici y cogió
la de algún compañero para darse un par de vueltas y honrar con su presencia,
otros vinieron también con sus familias, unos empezaron a las 00:00 otros a las
7:00 y lo que todos hicieron fue ayudar con sus energías y aportación, a
completar el objetivo de la jornada, el KO contra el cáncer.
Y qué
bonito ha sido ver de nuevo un stand (cortesía de CUETARA - ¡GRACIAS!) donde
hemos vendido galletas para que su valor íntegro vaya a parar a la fundación de
La Sonrisa de Alex. Ha sido un orgullo ver cómo nuestros compañeros han
colaborado a lo largo de toda la semana para que pudiéramos participar en este
evento, donde el resultado del asalto al récord sería lo de menos, donde todos
nosotros, sea cual sea nuestra implicación, todos hemos salido con una sonrisa
en la cara, sin ningún tipo de diferencia entre nosotros, con sensación de buen
rollo y hermandad, desde aquel lugar que nos une, nuestros valores
personales.
Y es que desde aquí quiero felicitar a Keko y a toda su
gente, porque han sabido superar una tragedia personal y la han transformado en
una lucha destinada a la ayuda de los demás. Ese gesto es mucho más grande, es
una hazaña mucho más importante, que el récord conseguido hoy y por el que
también te queremos felicitar. Keko, eres grande y rodar junto a ti nos produce
una sensación de indescriptible bienestar. Muchas gracias, te queremos y siempre
intentaremos seguir tu rueda.
Y es que después de tanta reflexión y
recordando la letra que os puse antes Campurrianos, os dejo mi punto de vista
sobre nosotros mismos, como equipo y como grupo de personas:
"Hay
Campurrianos que van despacio
locos y ciegos buscando su espacio
hay Campurrianos y Corazones
y cada cual rodará a sus
pasiones
Me llueven mares de corazones
cambiando
el rumbo de mis emociones
un horizonte y un para siempre
Mi rueda que con la tuya se pierde"
Y venga, va, para
que ya sea tierno del todo y con la guasa que nos cararteriza, me despido a lo
Anne Igartiburu, mandado un abrazo, corazones. xP
No tengo palabras para agradecer vuestro esfuerzo y colaboracion, para mi equipo y para mi personalmente cada €, cada aportacion significa una voluntad mas por una lucha comun, y eso no hay quien lo pague ni quien lo agradezca. Muchas gracias por trabajar por un futuro mejor....#koalcancer
ResponderEliminarGracias corazones
ResponderEliminarMuchas gracias Campurrianos, por ser, estar, comprender, compartir, colaborar... un abrazo, corazones #koalcancer
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