domingo, 4 de mayo de 2014

Campurrianos por el Rio Dulce

"El Hombre y la Tierra"

02 de Mayo de 2.014, un día cualquiera donde recordar algo tan sencillo e importante como es la comunión en la que vive el hombre, una especie más en la naturaleza, con nuestra amada madre tierra.
Y es que el título de estas letras va dedicado a aquel programa que uno de nuestros héroes nacionales, Félix Rodriguez de la Fuente, nos dejó desde 1.974, como legado, huella y patrimonio imborrable, al describirnos la perfecta armonía en la que hombre y naturaleza (extraña dicotomía para describir aquello que es indivisible) perviven al son del ritmo de nuestra estrella solar.
Sol que nos encargamos de buscar bien pronto en la mañana, dejando de lado actitudes  perezosas,  sumando fuerzas, alimentando el misterio de la aventura.  Y es que nos quedaba todo el día para conocer los tesoros que escondería el Parque Natural Barranco del Río Dulce, provincia de Guadalajara.
Y es que por algo será que este lugar era uno de los reconocidos lugares preferidos de Félix Rodriguez de la Fuente, pues fueron el escenario idóneo para un buen número de sus documentales televisivos, especialmente los dedicados a las águilas y los zorros de la zona. Rapaces que no tardamos ni 5 minutos en aparecer, rodeándonos amenazantes, soberanas, espectaculares. Motivo que por primera vez en la jornada, nos obligó a detener nuestras pedaladas para admirar la muestra de belleza que allí se nos presentaba.
Y otra rapaz, esta vez uno de los nuestros, no tardó ni 5 minutos más en desvelar la trayectoria de uno de los dos corzos que vimos y que corriendo nos saludaría, a la espera  de otros tantos animales que aún nos quedaban por descubrir en nuestra maravillosa jornada.
Y en cuanto al recorrido, el territorio del Parque Natural comprende los términos municipales de Algora, Mandayona (Aragosa), Mirabueno, Saúca (Jodra del Pinar), Sigüenza (La Cabrera y Pelegrina) y Torremocha del Campo. Lugares donde sus gentes están tan acostumbradas a ver a fascinados como nosotros, alucinados con la hoz labrada del parque, que por lo que he leído es perteneciente al período jurásico, que para el que no lo recuerde, es una etapa que comenzó hace 199 millones de años. Y aún sigue allí...
Y allí si que estaban los Campurrianos! 200 millones de años después dejando su huella a golpe de pedalada, hundiendo las monturas en el terreno compacto, devorando los 62 kilómetros de historia ancestral, sin inmutarse de los 1.000 metros de acumulado que nos ofrecía la ruta Alcarreña. Claro, no había tregua, era imposible darse cuenta, no podíamos dejar de admirar tan magnífico paisaje, tan magna muestra de los numerosos escarpes de variada morfología, incluyendo abrigos y variadas formas pétreas que daban lugar a cascadas, a lugares inolvidables...
Y no penséis que estábamos allí solos, que fuimos los únicos en disfrutar de la mañana. Numerosos senderistas, verdaderos sabios de la zona, nos recordaron que las dos ruedas tienen sólo parte del protagonismo en el Barranco del Río Dulce. Fueron personas amables, que no dudaron en compartir sus experiencias cuando nos decidimos a no hacer caso a la tecnología, desoyendo el camino marcado, escuchando la voz del aventurero, descubriendo por nuestra propia orientación,  por donde creíamos estaba nuestro camino de vuelta a "casa".
Y es que hoy no hubo nada que lamentar, ni caídas, ni calambres, ni roturas, todo lo contrario, hubo tiempo de festejar, de hacer el Ninja,  de celebrar que estamos vivos, que somos amigos, felices y Campurrianos, que tenemos 4 familias estupendas, que no dudaron en firmarnos el salvoconducto a golpe de teléfono, para así podernos tomar nuestro merecido descanso, nuestra popular forma de conmemorar la hazaña conquistada, nuestro almuerzo en Mandayona! donde el vino, la cerveza y los profiteroles no faltaron para recordar, que somos unos privilegiados, ya que hoy nos pudimos enamorar de lo que Félix Rodríguez de la Fuente sentía al rodar  "El hombre y la Tierra".











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